El historial crediticio es tu carta de presentación y buena conducta financiera ante los bancos porque refleja el uso que le das a tu dinero, ¿Cuántas tarjetas de crédito tienes? ¿Cuántos préstamos tienes? ¿Pagas tus facturas a tiempo?

Cada uno de estos elementos serán evaluados por las instituciones financieras a las que acudas para pedir un préstamo, una tarjeta de crédito, o cuando vayas a adquirir un bien o servicio para el cual necesites un crédito.

¿Qué es el historial de crédito?

El historial de crédito hace referencia al registro de todas las operaciones relacionadas al crédito que hayas solicitado durante tu vida comercial.

En este historial se registran el número de créditos contratados, el monto de la deuda o saldos pendientes, la periodicidad y puntualidad con la que pagas tus créditos. 

Si mantienes el pago de tus tarjetas de crédito al día, es decir, antes de la fecha límite, y pagas el monto mínimo para no generar intereses, eso dejará una marca positiva en tu calificación crediticia. 

Si, por el contrario, tus pagos son tardíos o has sido inconstante con ellos, y abonas menos de las cantidades indicadas en el pago mínimo, tu calificación será negativa.

Por lo general son los bancos quienes recurren a esta información para conocer el riesgo de crédito de un usuario, si es una buena inversión o no para la entidad financiera darte el préstamo que estás solicitando.

¿Para qué sirve el historial crediticio?

Tener un buen historial crediticio te permitirá acceder con mayor rapidez a créditos y préstamos en las entidades financieras. Para los bancos es importante saber que la persona a quien están otorgando beneficio es un buen pagador y no hay riesgos de que incurra en impago, y esto lo pueden saber a través de tu historial de crédito. 

Consejos para tener un buen historial crediticio

• No utilices todo tu límite de crédito; planifica los gastos de forma mensual para que puedas tener un control real de los gastos. 
• En la medida de tus posibilidades comienza a cerrar los créditos que tengas abiertos. Si en tu historial aparecen reflejados muchos créditos aún sin saldar, esto limitará tus posibilidades. 
• Evita que los intereses te arropen y tu deuda se vuelva impagable. Paga a tiempo y de ser posible más del monto mínimo. 
• Si llegas a tener algún retraso en los pagos por causas mayores, ponte en contacto con tus acreedores y renegocia nuevas condiciones de pago que se ajusten a tu realidad. 

‍